Las Administraciones, para su personal, están obligadas a elegirlos según los principios básicos de igualdad, méritos y capacidad, es por ello que optan por este tipo de examen.
Las oposiciones se basan en un examen tipo test que requiere años de preparación (con gran coste de tiempo y dinero, jugándote tu futuro a una sola baza) y que no garantiza que las personas más aptas para los puestos demandados accedan a las plazas al no llegar a las notas de corte, por ello, cada vez son más personas las que critican este método para poder escoger otros más válidos y vincular el examen con el trabajo al que se desea opositar (como en el caso del MIR).
En este tema hay tanto defensores como detractores. Por un lado están los opinan que esta prueba es ecuánime para todos, es decir, todo el mundo tiene las mismas posibilidades de aprobarlas si se lo han preparado bien, el mismo examen y están valorados por el mismo tribunal. Mientras que otros opinan que a parte deberían utilizarse test psicométricos (que nos dan información importantísima del aspirante, midiendo su razonamiento numérico, verbal o abstracto además de la personalidad) y también realizar pruebas más prácticas (como el MIR anteriormente citado), con el fin de que exista más relación entre el examen y el trabajo a realizar.
En este tema hay tanto defensores como detractores. Por un lado están los opinan que esta prueba es ecuánime para todos, es decir, todo el mundo tiene las mismas posibilidades de aprobarlas si se lo han preparado bien, el mismo examen y están valorados por el mismo tribunal. Mientras que otros opinan que a parte deberían utilizarse test psicométricos (que nos dan información importantísima del aspirante, midiendo su razonamiento numérico, verbal o abstracto además de la personalidad) y también realizar pruebas más prácticas (como el MIR anteriormente citado), con el fin de que exista más relación entre el examen y el trabajo a realizar.
Interesante artículo que aborda un tema muy importante en este país, ya que hay un gran número de puestos de trabajo que se "deciden" con este método, y es verdad que en muchas ocasiones el opositor que consigue la plaza no es el más cualificado, por lo que, en mi opinión, debería haber otra forma más justa de optar a determinados puestos de trabajo.
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